Ver tus cosas, tu ropa, las bicis, las sonrisas y los momentos salir de casa, ver como las cosas han cambiado desde el maldito abril hasta noviembre, desde el nacimiento desde el 2013 hasta casi su muerte. Detrás de ilusiones y alegría siempre había lagrimas amargas, golpes y gritos sordos en el aire, temías perderla pero temías mal. La enjaulaste sin querer, ella no era libre y sabias que siempre había admirado la libertad. Últimamente nada iba bien, todo iba mal, necesitabas huir, necesitabas saber si podías vivir sin ella, sin nosotras, te faltaba el aire y ansiabas espacio, te lo dimos, te dimos todo, y no volviste.
Por eso solo puedo decirte "Que no te vaya bonito que te vaya de muerte." y hasta siempre, papá.
Para siempre es mucho tiempo, una noche es poco rato.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)